La familia del edil del PP, de origen gallego, acude acompañada de Núñez Feijoo y el líder de los populares vascos.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el líder del PP en el País Vasco, Antonio Basagoiti, han rendido homenaje al edil de Ermua Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA hace doce años, en la localidad ourensana de A Merca, de donde es su familia y donde está enterrado.
Los padres y la hermana de Blanco estuvieron también presentes en el acto en el que se evocó el recuerdo del joven concejal, cuya muerte conmocionó a la sociedad española. Blanco, de 19 años, fue secuestrado por miembros de ETA y abandonado dos días después, en julio de 1997, en estado grave con dos balas en la cabeza, y a consecuencia de las heridas falleció al día siguiente, lo que suscitó amplias manifestaciones de condena en diversos puntos de España.
El secuestro y posterior asesinato de Blanco, de padres gallegos aunque nacido en la localidad vasca de Ermua, donde ejerció de edil por el PP, fue evocado en el homenaje por Feijoo, Basagoiti y su hermana, María del Mar Blanco, quien subrayó que «los ciudadanos recuerdan todavía dónde estaban y lo que hacían ese día».
En un acto posterior a la ofrenda floral ante la tumba del edil asesinado, la hermana subrayó que Blanco «todavía permanece» en el recuerdo de los españoles, lo que supone una «gran lección de dignidad y sacrificio», y expresó su esperanza de que eso contribuya a la «derrota de ETA» para conseguir «la paz y la libertad». Consideró que la muerte de su hermano ha supuesto un «cambio» en la mentalidad hasta el punto de que ha favorecido «acabar con la impunidad» del terrorismo.
El homenaje incluyó una misa y una ofrenda floral en esa localidad de donde proceden parte de los familiares del joven edil, a la que acudieron también el presidente de la Diputación de Ourense y presidente provincial del PP, Jose Luis Baltar.
Basagoiti coincidió también en señalar que el asesinato de Blanco ha supuesto en «cambio de mentalidad» en el País Vasco, donde consideró que hay «más libertad, menos terrorismo y menos apoyo» a ETA. «Están cambiando las conciencias», comentó el líder del PP en el País Vasco, quien consideró que hay una «nueva mayoría política» que está «en rebelión con ETA».
Por su parte, Feijoo destacó «la entereza y el ejemplo de dignidad que ha dado en los últimos doce años» la familia, que estaba presente en la ceremonia, «desde el primer momento del tiro en la nuca», dijo. El presidente gallego consideró que la muerte de Blanco constituye «uno de los asesinatos más viles y cobardes de la democracia española». Asimismo, el presidente de la Xunta opinó que hay un «intento de recuperar la relación normal de la política vasca» y de «recuperar el fundamento y la libertad de las instituciones vascas».
El cadáver de Blanco fue trasladado hace aproximadamente un año a esa localidad orensana donde reside parte de los familiares, por decisión de estos. El acto se desarrolló en presencia de varios familiares y vecinos que acudieron a la ceremonia eclesiástica y al homenaje en el cementerio.
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